jueves, 20 de octubre de 2016

¿CON CUÁL TE IDENTIFICAS?

LOS 9 TIPOS DE PERSONALIDAD 

UNA BREVE DESCRIPCIÓN 
¿Darías todo por saber qué número eres y conocer las luces y sombras de tu personalidad? Andrea nos describió brevemente los nueves tipos. Es importante que sepas que tod@s tenemos un poco de todo, pero fíjate con cuál te identificas más, con qué personalidad coincides al 70% (o más), y ese es TU número.


TIPO 1  -  el perfeccionista, el reformador.

Busca la perfección en todo lo que hace. Es ético, integro, noble, muy exigente y duro consigo mismo y con los demás. Es ordenado, responsable, meticuloso, estructurado y serio. Detecta el error mejor que nadie y lo corrige compulsivamente. Es muy trabajador, por lo que “el deber ser” siempre va antes que el placer. Se impone metas muy altas y se compara con los demás. Tiene una voz interna que juzga todo lo que piensa y hace. Si este deseo de perfección la lleva a su extremo, se convierte en su peor enemigo y se vuelve una persona frustrada, enojona, rígida, dura y resentida.

TIPO 2  -  el servicial, el ayudador. 

Busca ayudar, agradar, sentirse necesitado y ser el centro de sus amigos y seres queridos. Es optimista, cálido, alegre, expresivo y generoso. El amor, los sentimientos y las relaciones humanas son de vital importancia. Le gusta aconsejar, halagar, acariciar y estar cerca del otro. Prefiere mil veces dar que recibir o pedir, y se siente orgulloso de lo bueno y generoso que es (suele pensar “¿qué harían sin mí?”). Si este deseo de ayudar y ganarse el cariño de los demás lo lleva a su extremo, se convierte en su peor enemigo y se vuelve una persona invasiva, celosa, inoportuna, posesiva, manipuladora y dependiente.

TIPO 3  -  el ejecutor, el exitoso. 

Busca admiración, éxito y prestigio. Es ejecutor, realiza lo que se propone, llega a las metas. Es eficiente, práctico, competente, atractivo y seguro de sí mismo. Quiere ser el número uno en lo que hace. Es adicto al trabajo y siempre está de prisa. Es protagónico, vanidoso y maestro de la actuación: usa diferentes máscaras para impresionar a los demás y lograr su aprobación. Le importa el estatus y proyectar una imagen de ganador. Si este deseo de tener éxito y ser admirado lo lleva al extremo, se convierte en su peor enemigo y se vuelve una persona fría, insensible, falsa, mentirosa, egoísta y prepotente.

TIPO 4  -  el artista, el romántico. 

Busca ser diferente y original. Le atrae la naturaleza, la belleza y lo auténtico. Se siente incompleto, “algo” le falta para ser completamente feliz. Añora lo que no tiene y no valora lo que tiene. Es creativo, enigmático, romántico, hipersensible, intuitivo y apasionado. ¡Las emociones profundas y los sentimientos lo son todo! Su intensidad para sentir es superior a cualquiera. Sus repentinos cambios de humor le causan problemas, ya que puede pasar fácilmente del odio al amor, de la alegría a la melancolía sin ninguna explicación. Si este deseo de ser diferente lo lleva a su extremo, se convierte en su peor enemigo y se vuelve una persona ensimismada, complicada, excéntrica, víctima y temperamental.

TIPO 5  -  el observador, el investigador.

Busca ser independiente y entender cómo funciona el mundo que lo rodea. Es observador, objetivo, analítico y tiene una mente muy clara. Le apasiona el conocimiento y si algún tema le interesa, se vuelve especialista. Es callado, se retrae y se aísla porque siente que la gente lo invade y lo asfixia. Le cuesta trabajo participar, relacionarse, comprometerse, abrazar, expresar y tocar sentimientos. Vive en su mente. Le gusta ser autosuficiente y estar “solo”, pues ahí se siente seguro, se recarga de energía, investiga, crea, sintetiza, reflexiona y se divierte. Si este deseo de observar y ser independiente lo lleva a su extremo, se convierte en su peor enemigo y se vuelve una persona egoísta, ausente, cínica, autista e insensible.

TIPO 6  -  el leal, el cuestionador. 

Busca sentir seguridad y confianza. Le gustan las cosas claras y saber en dónde está pisando. Es responsable, trabajador, comprometido y muy leal. Es escéptico, se cuestiona todo; no se la cree a la primera, así que es cauteloso y precavido. Es excelente para resolver problemas. Le da miedo tomar decisiones importantes; necesita el apoyo de alguien para hacerlo. Está muy consciente del peligro, es nervioso. Cuando siente angustia y ansiedad, puede reaccionar de forma agresiva o llevar su imaginación a lo peor que pueda pasar para sentirse preparado. Si este deseo de sentir seguridad y confianza lo lleva a su extremo, se convierte en su peor enemigo y se vuelve una persona miedosa, insegura, catastrófica, reactiva y controladora.

TIPO 7  -  el optimista, el soñador.

Busca lo positivo, divertido y alegre de la vida. Es optimista, espontáneo, aventurero, simpático y ocurrente. ¡Se quiere comer al mundo, probar de todo y no perderse de nada! Ama la libertad y evita al máximo el dolor y el sufrimiento. Usa su encanto para seducir. Se escapa de todo aquello que es tedioso, desagradable y aburrido. Muy talentoso, es hábil para todo. Planea, sueña, visualiza y se deleita con el futuro. Si este deseo de buscar lo positivo y divertido lo lleva a su extremo, se convierte en su peor enemigo y se vuelve una persona distraída, superficial, impaciente, egoísta y poco comprometida.

TIPO 8  -  el protector, el jefe. 

Busca sentirse fuerte, poderoso y tener el control. Es protector, generoso, asertivo y directo. Es visionario, le gustan los retos y es muy trabajador: hace que las cosas ocurran. Protege a los suyos, y ante cualquier injusticia, usa su fuerza y agresividad. No se permite ser vulnerable. Encrudece la realidad. Es dominante, rebelde, visceral, se enoja fácilmente; su manera de hablar intimida y asusta a la gente. Su problema es el exceso y la intensidad. Desconoce los límites, la culpa y el miedo. Si este deseo de ser fuerte y poderoso lo lleva a su extremo, se convierte en su peor enemigo y se vuelve una persona violenta, castigadora, impositiva y controladora.


TIPO 9  -  el mediador, el pacificador. 


Busca mantener la paz y la armonía a cualquier precio. Es mediador, tranquilo, adaptable, sencillo y muy querido. Rara vez se enoja, pero cuando lo hace, explota. Cede y complace con tal de evitar el conflicto. Minimiza los problemas y deja que se resuelvan solos. Tiene dotes creativas. Le gusta la comodidad, la rutina y vivir muy bien. Se olvida de sí mismo y se deja llevar por los gustos y necesidades de los demás. Es terco, distraído, se pierde, se duerme en lo trivial y deja de hacer tareas importantes que puede hacer hoy. Si este deseo de buscar la paz y armonía lo lleva a su extremo, se convierte en su peor enemigo y se vuelve una persona apática, sin vida propia, indiferente, miedosa y necia.

Tomado del Libro:del libro “El Eneagrama. ¿Quién Soy?
de Andrea Vargas

Entrevista en: http://www.glamour.mx/primera-fila/articulos/andrea-vargas-nos-platica-sobre-el-eneagrama-una-herramienta-increible-para-el-autoconocimiento/799 
  

miércoles, 12 de octubre de 2016

AutoConocimiento y Eneagrama (II)

En el artículo anterior explicamos que todos hemos venido a la vida a aprender a ser felices. Pero que sentir amor y ser feliz es un reto (porque se trata de aprenderlo).

Y que, ya que el sistema en el que vivimos no nos lo pone fácil, necesitamos entender 2 cosas en cuanto a ¿cómo aprender a ser felices?


La primera cosa a entender:
"En todo lo que nos ocurre hay un orden perfecto".

Podríamos recordarlo en 4 frases: 
  • La adversidad es ocasión de virtud.    Séneca
  • Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie quiere cambiarse a sí mismo.    Lev Tolstói
  • Escapar de uno mismo es el problema, no la solución.    Borja Vilaseca
  • Lo único que podemos cambiar es la interpretación que hacemos de los acontecimientos en sí, conociendo y comprendiendo cómo funciona nuestra mente.    Gerardo Schmedling


Entrando en materia de este segundo artículo sobre el AutoConocimiento, vamos a la...

La segunda cosa a entender:
La estructura y funcionamiento de nuestra personalidad.

De niño me sentía solo, y todavía me siento así, porque sé cosas e insinúo cosas que otros parecen no conocer, y la mayoría no quiere saberlas. La soledad no consiste en no tener personas alrededor, sino en no poder comunicar las cosas que a uno le parecen importantes, o de callar ciertos puntos de vista que otros encuentran inadmisibles.   C. Jung

Todos nacemos en Esencia, desde una energía de Ser común a todos, encarnada en con diversas cualidades o virtudes (son 9 bajo la filosofía del Eneagrama). Pero cada quien nace con una de ellas como la que dará guía a su vida, la que más viene a aprender y ejercitar, por decirlo así. 

El caso es que, el nacimiento en sí es un evento determinante en la vida de cada ser humano, pues le deja una huella psico-emocional, más o menos fuerte según como transcurra éste, como sean sus primeros meses de vida y como cada bebé lo perciba desde el contraste con la virtud esencial con la que viene a la vida.

Desde este entendimiento, Roberto Pérez (con estudios en teología; filosofía, derecho, ética, comunicación y desarrollo personal) desde las grandes cualidades de la Energía Universal, describe que al nacer, cada bebé sufre una de las tres grandes heridas del nacimiento

Cada herida genera creencias que se arraigan en nuestra psique, dejando una huella particular que abre a miedos específicos, lo que nos lleva a ciertos comportamientos (no deseados pero automáticos). Y con estos comportamientos, a la larga, propiciamos situaciones que nos refuerzan la herida, manteniéndonos en un "circulo vicioso" hasta que hagamos consciencia de la herida y encontremos la manera de sanarla. De modo esquemático, lo explicamos a continuación:

Heridas del nacimiento:

Herida:    Soledad    Soy raro, distinto.  No me aceptó
Huella:    AbandonoMiedo A que me abandonen. Miedo a que no me acepten, ni me entiendan, ni                                       valoren como soy.
Comportamiento:      Aislarse. Si te ven distinto sufres: aíslate y ve a tu bola, para que no te
                                   abandonen otra vez.
Profecía auto-cumplida: Se aleja de los otros y vuelve a sentirse solo. Su cueva es su soledad. Siente
                                   culpa de fallar, hacerlo mal, porque es infeliz.

Herida:    Rechazo.  Tanto que yo la quería y me dejó de querer.
Huella:    Desamor. Sueño que alguien venga a amarme.
Miedo:    A que no me quieran.
Comportamiento:    Mendigar cariño. Dedícate demasiado a otros para que te necesiten, para que no
                                te rechacen otra vez.
Profecía auto-cumplida: Los demás se alejan por ahogo o independizan, y se siente rechazado.
                                   Rechaza antes que le rechacen. Echa culpas para retener al otro. Es infeliz.

Herida:    Agresión. Me agreden y traicionan: la que tenía que protegerme no me defendió.
Huella:    Debilidad. Me machacan. No voy a ser débil.
Miedo:    A que me agredan.
Comportamiento:  Atacar. Marca territorio. Controla. Domina. Gana para que no te ataquen otra vez.
Profecía auto-cumplida:  Los demás se alejan. O dicen la suya y se siente atacado y que no le
                                   obedecen. Bloquea la culpa. Es infeliz.

A partir del nacimiento, según G. Schmedling (filósofo, humanista, sociólogo, asesor, consejero y facilitador de procesos de desarrollo humano integral) la estructura de la personalidad se crea en 3 etapas:
  1. Durante los primeros 10 años de vida, el niño conforma su sistema de creencias aceptando toda la información que recibe, pues no tiene con qué contrastarla.
  2. Luego, durante la adolescencia, la revisa encontrándose con información muy confusa (más unos que otros), lo que abona la crisis de la adolescencia.
  3. Desde los 18 años puede voluntariamente decidir qué le gusta, le sirve y le conviene de sí mismo para desechar o insertar información. Pero paradójicamente, muchos no vuelven a cambiar algunas de esas creencias inservibles, que les lastran, repitiendo las creencias y conductas de la infancia. Estando tan identificado con “quien cree ser”, tantas veces repetidas sus creencias, se resiste al cambio a pesar del continuo malestar de vida … hasta que acaba en una crisis existencial o no soportándose a sí mism@, e inicia el proceso de “limpieza y re-programación mental” cambiando todo lo limitador que había aprendido. 
Desde estas heridas, a la persona le es fácil interpretar en la conducta de los demás, mayormente según su herida, que no le aceptan, que le rechazan, o que le agreden. Y los demás interpretan su conducta igual, desde su tipo de herida. Y así vamos todos por la vida, en interpretaciones, robándonos nuestra paz interior y nuestra sana convivencia.

Hemos de identificar con precisión las creencias inconscientes con las que estamos identificados y nos motivan, los patrones conductuales, los temores y deseos, el cómo queremos que nos vean, y nuestra visión del mundo, de acuerdo al modelo mental que caracterice nuestra personalidad o ego. A medida que los identificamos y desmantelamos, nos liberamos de la "caja" en la que estábamos, pasando progresivamente a vivir más despiertos, más presente en el ahora y aprovechando más la vida. 

Podemos ayudarnos en este proceso con el Eneagrama. Identificar con seguridad la personalidad detalladamente  requiere algo de tiempo, mediante la observación de ti mism@, haciéndote un seguimiento durante tu día a día, haciendo consciencia de las motivaciones y necesidades interiores donde nacen tus actosPero hacer un test puede servir de guía inicial para identificar tu “posible” Eneatipo, como punto de partida para comenzar tu autoindagación e ir verificando realmente ha sido la personalidad con la que te identificaste durante tu vida, la “caja” en la que te encerraste, para así, conseguir la llave y salir de ella.

Si te interesa, puedes hacer un test online que te dará los resultados en cuanto lo termines, en la web de: http://personarte.com  

Pero igual siempre es recomendable apuntarte a un taller de Eneagrama para iniciar tu trabajo personal precisando tu eneatipo y trabajando interiormente en las “estrategias de tu personalidad” comenzar a  desmontarlas, con la ventaja de hacerlo divertido, acompañado y apoyado con gente que está en la misma línea y búsqueda interior.



  • Hoy jueves 13 de octubre haremos una reunión informativa para quienes deseen más información antes de comenzar.  
  • Y este próximo miércoles 19 de octubre comenzamos nuevamente el taller de iniciación al Eneagrama, que tendrá una duración de 8 clases (una semanal), con ejercicios para trabajarte y material suficiente de apoyo para profundizar en tu auto-conocimiento y transformación.  


Cuando yo cambio, mi mundo cambia.

Yolanda Farrais
Terapeuta en Rebirthing, Eneagrama, EFT-Tapping

martes, 4 de octubre de 2016

AutoConocimiento y Eneagrama (I)




La vida de cada uno de nosotros, de cada ser humano, es un continuo proceso de aprendizaje, un proceso de ir evolucionando: creciendo por fuera y por dentro. Por tanto, podemos preguntar:
  • ·       ¿Qué venimos a aprender?
  • ·       ¿Cómo?

Venimos a aprender a ser felices. Y somos felices cuando nos sentimos en amor. Cuando amamos y somos amados, nos sentimos felices. Pero sentir amor no es de gratis… ¡Recordemos: es lo que venimos a aprender! Por tanto, es un reto (si bien, es perfectamente posible).

Ahí es donde entra el cómo: ¿Cómo vamos a aprender a ser felices?
Pues entendiendo 2 cosas esenciales…

Pero antes, decir que el proceso en sí de aprender a ser felices, es fácil. Mas, bajo el sistema en el que vivimos (social, cultural, de salud, económico,...) y sin educación emocional, nuestra mente ha venido entrenándose de manera errática, evasiva, poniendo la atención en lo que creemos nos acerca a la felicidad, cuando en realidad nos aleja de ella, -y mucho-). De modo que el trabajo está, entonces, en cambiar el enfoque de nuestra mente para ampliar nuestra consciencia, con lo que en consecuencia, cambian nuestras emociones.

Ahora sí, la primera cosa a entender:
En todo lo que nos ocurre hay un orden perfecto.

Profundamente arraigado creemos que nuestra felicidad depende de algo externo a nosotros, de personas, situaciones y objetos. Tan abonada por la sociedad en nuestras mentes, esta creencia es la gran mentira, no es real, pero la mente fácilmente se deja llevar y nos va llenando de ira, soberbia, vanidad, envidia, avaricia, preocupación, gula, lujuria, pereza, apego, ansiedad, miedo, rencor, culpa, tristeza, inseguridad, ... ¿Nos suena de algo? Todos estos vicios tan arraigados hacen tanta sombra en la mente que la ciegan, y por consecuencia, al sentir. Con todo eso ¿nos vamos a sentir felices? ¡No!

Si esto nos hace infelices, hemos de des-programar eso de nuestra mente, y saber que cada uno, tenemos lo necesario para construir nuestra propia felicidad, que depende sólo de cada quien en individual. ¡Por descontado que si dos o tres felices nos juntamos, mucho mejor! Pero un infeliz entre varios felices, no va a ser feliz hasta que saque de dentro de sí toda esa negatividad que se lo impide ¡reconociendo todo lo que sí tiene bueno (interior y exterior), y lo que sí le gusta (interior y exterior) y lleve toda su atención e intención en ello, y lo ponga al servicio de los demás .

Pero entonces, ¿para qué toda esa sombra y negatividad interior? Ella tiene un valor y una razón de ser: ayudarnos a reconocer que hay otro lado donde vivir, a valorarlo y a dirigirnos hacia allá a construirlo. Y allí en ese otro lado, experimentaremos la paz interior, aquella profunda a pesar de lo que ocurra afuera, y encontraremos quizás que esa es la felicidad que añoramos.

Así pues, Borja Vilaseca dice: "Todo lo que nos sucede es justamente lo que necesitamos para aprender a vivir en armonía con las leyes que rigen nuestra existencia. De hecho, aquello que se a repitiendo una y otra vez en nuestra vida personal y profesional) indica que todavía no hemos interiorizado el aprendizaje inherente a la experiencia"

La adversidad es ocasión de virtud.  Séneca

El caso es que nosotros sufrimos con la adversidad. Mejor dicho: con lo que creemos como adversidad. Y liberarnos del sufrimiento es el reto de aprendizaje. Aprender a no sufrir consiste en entender que con nuestra resistencia frente a lo que sucede nos causamos el sufrimiento. Porque una cosa es la realidad y otra la interpretación que hacemos de ella, y equivocados, solemos poner etiquetas calificando a todos y a todo.

Entonces, cuando tú y yo pensamos distinto sobre la misma situación, y cada uno supone, desde su percepción, que su visión es la verdad objetiva, ya estamos al borde de un conflicto, garantizado como al menos a uno de nosotros se le ocurra pretender imponer su visión a otros.

Y esto lo hacemos todos más veces de las que nos gustaría admitir, debido a que vamos con el deseo de querer que las personas y situaciones se adecúen a mis deseos y necesidades, con la creencia implícita de que podemos cambiar esa realidad. ¡Que todo se amolde a mi satisfacción! ¿Puede haber una expectativa más egoica? Y si en esas estamos todos, a partir de aquí ¿son de extrañar las discusiones, las peleas y hasta las guerras?

Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie quiere cambiarse a sí mismo.  Lev Tolstói

En los difíciles tiempos que corren, muchos se dedican a la lucha imposible e interminable de intentar cambiar situaciones, cosas o personas, (lo cual es La primera es evasión de entrar en mí a ocuparme de sí). La solución (a los problemas personales y a los humanos) es concentrarnos en nuestra realidad, aquello que sucede en mi mundo, en lo que yo tengo injerencia aquí y ahora, que es donde únicamente puedo en realidad, realizar cambios.

Escapar de uno mismo es el problema, no la solución.  B. Vilaseca

La realidad es neutra, y la casi totalidad de las calificaciones que hacemos son subjetivas porque no se ajustan a la realidad, sino a nuestro modelo mental, a la estructura de nuestra mente.

Lo único que podemos cambiar es la interpretación que hacemos de los acontecimientos en sí, conociendo y comprendiendo cómo funciona nuestra mente.  Gerardo Schmedling

La segunda cosa a entender:
La estructura y funcionamiento de nuestra personalidad.

Desde la infancia desarrollamos nuestra estructura y modelo mental, que desde sus trampas, fijaciones, temores y automatismos, nos mantiene atraídos al sufrimiento. Para limpiarla, sanarla, descontaminarla y manejarla a conciencia (y no que la mente nos maneje a nosotros) hemos de “desprogramarla”, des-identificarnos de quien y lo que yo he creído ser, hasta ahora.

La mente es lo único que nos separa de vivir conectados a la realidad.  Borja Vilaseca

Hemos de identificar con precisión las creencias inconscientes que nos identifican y nos mueven, los patrones conductuales, los temores y deseos, el cómo queremos que nos vean, y nuestra visión del mundo, de acuerdo al modelo mental que caracterice nuestra personalidad o ego. A medida que los identificamos y desmantelamos, nos liberamos de la cárcel en la que estábamos, pasando progresivamente a vivir más despiertos, más presentes en el ahora y aprovechando la vida. 

Todos nacemos a partir de una energía común que se materializa en diversas cualidades o virtudes (9 bajo el Eneagrama). Y en 3 etapas se crea esa estructura de la personalidad, según G. Schmedling:

  1. Durante los 10 años primeros de vida, el niño conforma su sistema de creencias aceptando toda la información que recibe, pues no tiene con qué contrastarla.
  2. Luego, durante la adolescencia, la revisa encontrándose con información muy confusa (más unos que otros), lo que abona la crisis de la adolescencia.
  3. Desde los 18 años puede  voluntariamente decidir qué le gusta, le sirve y le conviene de sí mismo para desechar o insertar información. Pero paradójicamente, muchos no vuelven a cambiar algunas de esas creencias que inútiles, les lastran, repitiendo las creencias y conductas de la infancia. E inconscientemente se resisten al cambio por la grabación por repetición y la fuerte identificación con “quien creen ser”… hasta que acaban no soportándose a sí mism@s e inician el proceso de “limpieza y re-programación mental” cambiando todo lo limitador que había aprendido. 
Profundizaremos sobre esta estructura de la personalidad la próxima semana, en un siguiente artículo. De momento, para culminar…

El autoconocimiento es un viaje a nuestro interior que a veces atemoriza en tanto no hay costumbre social de ello, y hasta se mira raro. Pero quien se decide a hacerlo encontrará apoyo en gente que va también en ese mismo camino de compromiso por el conocimiento y desarrollo personal.


El Eneagrama es una herramienta eficaz de auto-conocimiento que nos permite llevar luz a las sombras de la mente. Nos describe 9 maneras de pensar, de sentir, de reaccionar, de ver a los demás y la propia vida, y orienta a conocer y comprender los condicionamientos y autoengaños, limitaciones y sufrimiento de cada una. 

Con el eneagrama es como mirarnos a un espejo. Con su guía, vamos conociendo esas estructuras rígidas y automáticas y, el hacer consciencia de ella, de cómo funciona nuestra mente, las vamos deshaciendo, apartándonos del condicionamiento y avanzando en la transformación interior que nos va acercando a la congruencia, la paz interior, …la felicidad.


La vida, es un constante cambio. Y cuando yo cambio, mi mundo cambia. 

(Texto basado en parte del libro "Encantado de conocerme", de Borja Vilaseca)

Yolanda Farrais
Terapeuta en Rebirthing, Eneagrama, EFT-Tapping

sábado, 16 de mayo de 2015

¿POR QUÉ LAS PERSONAS NO SE CURAN?

¿Por qué es tan difícil que una persona se cure o acepte la sanación?

Un médico intuitivo tuvo una perspectiva única sobre por qué las personas no se curan. Él solía pensar que todo el mundo quería ser sanado. Y llegó a la conclusión que:

La sanación es muy poco atractiva

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Los impedimentos para la curación incluyen renunciar a vivir en el pasado, dejar de ser víctima, y el miedo al cambio. Dirigir el pensamiento y la energía hacia el pasado desvía la fuerza vital de las células y los órganos que necesitan esa energía para funcionar y sanar.

La curación requiere vivir en el presente, recuperando la energía de los traumas y heridas del pasado. 
Dice que la única razón para alimentar y mantener vivo el pasado es a causa de la amargura de lo que pasó.


Negarse a perdonar un evento o a una persona del pasado produce fugas energéticas del cuerpo. El perdón sana estas filtraciones. El perdón no tiene nada que ver con no responsabilizar a otros por las heridas que causaron. Tiene más que ver con:
Liberarnos de la percepción de víctima.

Cuando podemos ver un acto doloroso como parte del proceso de la vida, como un mensaje o un desafío en lugar de una traición personal, la energía vital fluye de vuelta a los circuitos de energía del cuerpo físico.

Las personas no se curan porque no se han liberado de la ilusión de ser víctima. Con demasiada frecuencia, la gente obtiene poder con sus heridas porque han encontrado que suscita el apoyo de otros.

Las heridas se convierten en un medio de manipular y controlar a los demás. Generalmente, la recuperación requiere hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente, y relaciones.

El cambio puede ser aterrador. Es fácil mantenerse en un compás de espera, alegando que uno no sabe qué hacer, pero rara vez es cierto. Cuando estamos en un compás de espera, es porque sabemos exactamente lo que debemos hacer, pero estamos aterrorizados para actuar en consecuencia

El cambio es alarmante, y la espera da sensación de seguridad, cuando la única manera de adquirir ese sentimiento de seguridad es entrar en el torbellino de los cambios y salir por otro lado, sentirse vivo otra vez.
La sanación requiere acción.

Comer adecuadamente, hacer ejercicio diario, tomar el medicamento adecuado a través de las hierbas naturales, genera cambios saludables en el físico.

Lo que apoya al uno apoya al otro, porque la energía física y energética está inextricablemente unidas. Incluso el proceso de morir, al que todos nos enfrentamos, puede convertirse en un acto de sanación de viejas heridas que son liberadas resolviendo asuntos pendientes con los seres queridos.

En definitiva: El cambio viene de aprender a amar toda situación en todo momento, aprender a fluir, ser amor en acción

jueves, 12 de marzo de 2015

El Orden de Nacimiento y su Carácter

El Orden de Nacimiento y su Carácter
( Resumen del libro de Ronald W. Richardson y Lois A Richardson)

Las Hermanas Mayores:

1.- La Hermana Mayor de Hermanas:
Con frecuencia, la hermana mayor de hermanas lo pasa mal. La competencia con su hermana menor puede ser intensa, especialmente si la diferencia de edad no llega a cuatro años. Tienden a sentirse mucho mas celosas de lo que la situación justifica, probablemente pensando que a la más pequeña le prestan más atención. Tiende a hacer lo imposible por ser una niña buena para que sus padres  sigan queriéndola. Si la hermana que le sigue es una niña especialmente lista y a quien ambos padres malcrían, la mayor puede volverse agresiva y dominante.  

2.- La Hermana Mayor de Hermanos:
Generalmente, la hermana mayor de hermanos es una mujer fuerte e independiente. Es práctica y sensata, dueña de un yo sano, aunque a veces dé la impresión de querer pasar inadvertida. Tiene sentimientos de responsabilidad hacia los demás.

3.- La Hermana Mayor de Hermanos y Hermanas:
En su trabajo suele ser mejor y más ambiciosa que la hermana mayor de hermanos, y tiende menos a mimar a los hombres. Esta mujer no es, generalmente, tan abeja reina como la hermana mayor de hermanas, y tiene menos necesidad de incorporar a su vida a un hombre mayor que pueda ser con ella como un padre.

Los Hermanos Mayores

1.- El Hermano Mayor de Hermanos:
El hermano mayor de hermanos es el jefe. Está acostumbrado a ser el conductor de hombres (o de niños pequeños), y quiere seguir siendo el líder en todos los aspectos de su vida, ya sea en virtud de  su posición o de sus capacidades. El hermano mayor de hermanos suele ser muy meticuloso con  su persona y sus pertenencias. Puede ser más irritable, y también más irritante, que los que ocupan otras posiciones en el orden de nacimiento. El hermano mayor de hermanos puede llegar a ser un hombre muy admirado por los demás, y a veces por su familia

2.- El Hermano Mayor de Hermanas:
El hermano mayor de hermanas tiende a ser un hombre más adaptable y divertido que el hermano mayor de hermanos. Generalmente quiere llevar una vida tranquila y tiende a tener una visión realista de lo que es posible; por eso corre demasiados riesgos. Administra bien sus posesiones, aunque generalmente no se preocupa por acumular grandes riquezas. Prefiere pasar el tiempo con su familia antes que esforzarse por ganar más dinero o tener más éxito.

3.- El Hermano Mayor de Hermanos y Hermanas:
Normalmente es un hombre que se encuentra cómodo con personas de uno y otro sexo, especialmente con los hermanos y hermanas menores de hermanos mayores. Está bien dispuesto a asumir responsabilidades, a veces incluso demasiado pronto, y en ocasiones parece ser, o desear ser, el padre del mundo. El hermano mayor de hermanos y hermanas no se interesa tanto por las mujeres ni es tan irresistible para ellas como el hermano mayor de sólo hermanas.


Los Hijos Menores en General

Los hijos menores como los hijos únicos, jamás se ven desplazados por un recién nacido. El solo hecho de ser el menor hace que sea también el más "mono", y por lo común, sigue siendo  el mimado durante mucho más tiempo de lo que convendría. Tienen más probabilidades que otros niños de ser indisciplinados en su vida personal, de postergar continuamente las cosas, de llegar tarde a las citas, o sencillamente no acudir a ellas. Es frecuente que continúen dependiendo de los demás aunque se rebelen contra las reglas.

Las Hermanas Menores

1.- La Hermana Menor de Hermanas:
A cualquier edad que tenga tiende a ser espontánea, alegre, vivaz, juguetona y emprendedora. Es probable que en su adolescencia sea rebelde, pero ya se suavizará cuando crezca. Con frecuencia le cuesta tomar decisiones: ella no quiere tener que elegir una cosa renunciando a otra; quiere tenerlo todo. Su manera de enfocar la vida es muy personal y centrada en sí misma. Puede ser voluble en sus creencias y suele dar la impresión de falta de convicción.

2.- La Hermana Menor de Hermanos:
La hermana menor de hermanos es por lo común simpática, afectuosa, optimista y divertida. Suele ser la favorita de la familia, y generalmente esta situación se mantiene durante toda su vida. Con frecuencia  las cosas le salen como ella quiere sin gran esfuerzo por su parte. Suele ser encantadora, vivaracha y popular. Generalmente tiene menos ambiciones que los demás miembros de la familia. Tampoco suela dar demasiada importancia a las posesiones, pero es frecuente que acabe por tener muchas. Sin embargo no  siempre sabe actuar con responsabilidad en el terreno de las finanzas.

3. - La Hermana Menor de Hermanas y Hermanos:
Aunque no muestra tanta tendencia a tolerar el mal comportamiento en un hombre, generalmente se relaciona bien con ambos sexos, y en especial con las personas de más edad, conocimientos o autoridad que ella. Es posible que sea más femenina y sumisa que la hermana menor de hermanas y más ambiciosa que la hermana menor de hermanos.

Los Hermanos Menores

1.- El Hermano Menor de Hermanos:
Suele ser como el osado joven que se luce en el trapecio: testarudo, caprichoso, y con frecuencia rebelde. Aunque deseoso de libertad, está desorientado porque no tiene una estructura contra la cual rebelarse, y es posible que dependa mucho de los demás. Suele mostrarse despreocupado y bonachón cuando las cosas van bien, y con frecuencia es un místico o un romántico.

2.- El Hermano Menor de Hermanas:
Generalmente tiene mujeres que lo cuiden durante toda su  vida y en la mayoría de los casos no encuentra en ello ningún motivo de queja. Tiende a seguir la guía de sus hermanas en cuanto a su escala de valores, y generalmente tiene pocas opiniones políticas o creencias religiosas definidas, ya que suele seguir la orientación de su familia. Tiende a ser poco realista respecto de sí mismo y de los demás) y quizá sufra frecuentes cambios en su estado anímico) aunque generalmente es cordial y afable.

3.- El Hermano Menor de Hermanos y Hermanas:

El hermano menor de hermanos y hermanas es menos competitivo y rebelde que el hermano menor de hermanos, y más capaz de encontrar una mujer responsable que se ocupe de él. Está más cómodo con otros varones que el hermano menor de hermanas, es más probable que se integre entre los chicos y se interese menos por la obstinada persecución de un trabajo o de una afición.

Ni Mayores Ni Menores: los Hijos de en Medio

Es difícil definirlos  porque son al mismo tiempo hermanos menores y hermanos mayores de modo que con frecuencia terminan por estar confundidos respecto a su identidad  debido a lo cual, en muchos de ellos, no se advierten rasgos distintivos. De adultos se resienten cuando se les excluye o se los agravia. Esta sensibilidad especial hace de ellos buenos negociadores para llegar a acuerdos justos. Son niños que jamás tienen la vivencia de tener a los padres exclusivamente para ellos y a los que nunca se los presta tanta atención como al primero. A veces el hijo mediano que es el segundo, puede asumir el papel del mayor si éste abdica en algún sentido  ya sea por enfermedad o porque se siente ­tan desanimado/a por la amenaza impuesta a su trono que renuncia a defender su posición.

Los Hijos Únicos en General

 Los hijos que no tienen hermanos tienen el mejor y el peor de todos los mundos posibles: son, a perpetuidad y simultáneamente, el mayor supertriunfador y el pequeño supermimado de la familia. Tienden a parecer mucho menores de lo que son, incluso a edades avanzadas. Suelen competir con el progenitor del  mismo sexo para lograr la atención y el afecto del otro progenitor, y con frecuencia ganan, sobre todo si en la pareja hay problemas. Algunos hijos únicos procuran evadirse un poco de tanta atención de los adultos. Una alternativa es retraerse y mostrarse excesivamente independiente. Puede que intenten hacer las cosas rápido, antes de que los padres puedan aconsejarles, o que procuren hacerlas tan bien desde la primera vez que no necesiten ayuda. El perfeccionismo de algunos hijos únicos es más una manera de evitar la interferencia de los adultos que una fuente de satisfacción consigo  mismos.

1.      El Hijo Único
El hijo único es el favorito de dos adultos, y en la mayoría de las familias está acostumbrado a contar con la continua aprobación, estimulo y simpatía de todos. Además, cree que el resto del mundo debe prodigarle los mismos aplausos, y cuando los obtiene suele considerarlos como algo lógico y natural. Un hijo único corre el riesgo de convertirse en un niño de mamá, a menos que ]a madre tenga otros intereses bastante poderosos. Puede ser encantador y atractivo pero no se esfuerza mucho por cautivar las amistades. Como siempre ha sido el centro de la atención, es probable que espere ocupar esa posición sin tener que hacer nada para conquistada. Y si se encuentra con que de adulto no le prestan atención, es probable que desaparezca de escena. ­

2.      La Hija Única
La hija única lleva una vida un poco menos beatífica que su homólogo masculino, pero aun así tiene el sentimiento subyacente de que ella es una persona especial: "Su Alteza", y se siente herida si los demás no la tratan como corresponde a su rango. Al mismo tiempo que es madura para  sus años, también es eternamente infantil. En un minuto puede pasar de estar manteniendo una conversación inteligente y compleja sobre temas filosóficos o políticos a enfurruñarse o tener una pataleta porque no ha conseguido salirse con la suya en cualquier tontería. No es sorprendente que, de adulta  la hija única tienda a ser defensora de los derechos de la mujer y a tener opiniones definidas sobre una cantidad de cosas.

Los Gemelos: Dos Guisantes en la Misma Vaina

Características de los Gemelos según su Orden de Nacimiento:
Como generalmente son los últimos hijos de la familia  los gemelos comparten la especialísima posición de ser al mismo tiempo los bebés y de ser "excepcionales". Tal vez a consecuencia de ello reciban mimos por partida doble y también los malcríen más, especialmente las de personas ajenas a la familia. Todos los gemelos tienen entre sí una intimidad excepcional y, si son idénticos, es frecuente que actúen como si fueran una sola persona. De pequeños es probable que no sepan quién es quién y que a veces cada uno de ellos crea que es el otro. Las gemelas, tanto idénticas como fraternas, suelen ser más sociales que los gemelos, también son menos competitivas entre ellas, y al parecer disfrutan más de su condición de gemelas, probablemente porque perciben más la admiración de la gente por sus vestidos y diversos detalles.


Excepciones y Variantes:  Factores que Alteran los Rasgos Habituales del Orden de Nacimiento y del Sexo

Estos factores extraordinarios vienen acompañados generalmente por una dificultad en la familia, como puede ser la muerte precoz de uno de los padres o de un hermano, o una gran intensidad emocional en la familia. Las variantes también pueden estar causadas por desviaciones más positivas de lo que suele ser el funcionamiento promedio de una familia. La pérdida de uno de los padres en la primera infancia (hasta los seis años aproximadamente) tiene tal influencia sobre los niños que puede alterar de forma drástica el desarrollo de las características típicas de su sexo y orden de nacimiento.
El divorcio. Aunque pueda ser la mejor solución para los padres, casi siempre es experimentado por los hijos como una pérdida.
Nuevo matrimonio; cuando dos adultos que tienen hijos de matrimonios anteriores vuelven a casarse, crean una constelación familiar totalmente nueva con la fusión de sus dos familias. Pero para la mayor parte de los hijos; la vivencia del nuevo matrimonio de uno de los padres es una nueva pérdida. No sólo tiene que compartir su vida familiar con otros que considera intrusos, sino que el padre o la madre dedica más tiempo y atención a su nuevo cónyuge. El nuevo matrimonio, además, pone término a la esperanza que tienen la mayoría de los hijos de divorciados: que sus padres vuelvan a unirse. Entonces la culpa de que esto sea imposible se le echa al nuevo cónyuge. Si los padres, tras haber vuelto a casarse  además tienen hijos, esto añade otro plano de relación en la familia y crea renovadas posibilidades de celos y resentimiento. Todos los hermanos serán medio hermanastros del recién nacido, y pueden sentirse amenazados por él, a menos que ellos mismos sean mucho mayores o muy pequeños. El que más probabilidades tiene de sentir los efectos del nuevo medio hermano es el menor de la familia existente, que quizá reaccione negativamente ante el pequeño.
La muerte de un hermano. Para un niño pequeño la pérdida precoz de un hermano/a mayor puede ser experimentada como similar a la pérdida de uno de los padres y tendrá repercusiones similares. Generalmente, la muerte de un hermano mayor tiene un efecto más profundo que la de un hermano menor. El hermano mayor, como los padres, siempre ha estado ahí, en tanto que un hermano menor no fue siempre parte de la familia, y es probable que en los pocos años que vivió no tuviera mucha influencia sobre los mayores.
La adopción. Las características relacionadas con el orden de nacimiento sólo tienen importancia en el contexto de la familia donde se cría el niño. Un niño puede ser el hijo menor de su madre biológica, pero si al nacer lo adoptan y lo educan como hijo mayor de su familia adoptiva, no tendrá las características de un hijo menor, sino las de un hijo mayor. Los padres adoptivos son generalmente de una clase y de un nivel económico elevado, lo cual se suma a la presión ejercida sobre el niño para que éste se eduque bien y tenga éxito. A veces, los padres de hijos adoptivos necesitan demostrar al mundo que sus hijos adoptivos "están a la altura" de los hijos biológicos de sus amigos. Los padres  que tienen un primer hijo adoptivo y un segundo hijo biológico se alarman a veces porque les parece que el segundo es de evolución más lenta. No se dan cuenta de que esto es un resultado natural del orden de nacimiento. Quizá terminen, sin darse cuenta, esforzándose más con el segundo, y esto puede hacer que éste, sea mediano o menor, se parezca más a un hijo mayor. Lo mismo puede suceder si los padres consideran que su hijo biológico es el "verdadero" hijo y le dedican más interés y afecto.
Las incapacidades. El resultado habitual de una incapacidad en un niño/a es hacer de él, sea cual fuere su posición en el orden de nacimiento, un "menor funcional", es decir, un niño dependiente a quien se protege y se trata como a un bebé. Esto es particularmente notable si los padres reaccionan como si la incapacidad fuera un obstáculo insuperable o una tragedia. Hasta cuando la incapacidad es relativamente menor, como la pérdida del uso de un brazo, es probable que el niño no llegue a un nivel normal de funcionamiento y no se comporte de acuerdo con las características que normalmente corresponderían a su orden de nacimiento.
La angustia en la familia. Un niño nacido durante una época en la que la familia se ve sometida a un gran estrés puede tener características que se aparten de las de la mayoría de las personas que tienen la misma posición en el orden de nacimiento. Cuando la familia no funciona normalmente, las pautas de desarrollo habituales se interrumpen. Un padre o una madre que de ordinario podría haber sido muy afectuoso/a puede llegar a descuidar a su hijo en una época de angustia, y la evolución de la personalidad que se habría podido esperar de ese niño se verá alterada. La causa de la angustia puede ser externa, como lo sería una guerra o una depresión económica, que afectan a toda la población, o interna, como quedarse sin trabajo o una enfermedad temporal de un miembro de la familia.
Las familias numerosas. Las características relacionadas con el orden de nacimiento en las familias numerosas tienden a confundirse o a diluirse. Pueden formarse tantos subgrupos que quizás haya varios "mayores" y varios "menores" que en realidad son hijos medianos. O bien los dos primeros pueden parecer mayores y los dos últimos menores, en tanto que todos los demás parecen medianos. A veces el mayor y el más pequeño entablan una afectuosa relación como de padre a hijo, que altera las características relacionadas con el orden de los nacimientos en los que les rodean. Las familias muy numerosas suelen tener menos dinero que otras, de modo que los niños tienen menos cosas bonitas y los padres tienen que esforzarse para llegar a fin de mes.  El estrés  que provoca esta situación, combinado con la atención limitada que los padres pueden dedicar a cada uno de los hijos, puede reforzar los celos que normalmente existen y crear amargura entre los hijos, en la medida en que se vean obligados a compartir los magros recursos.
Resumen del libro de Ronald W. Richardson y Lois A Richardson)
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