Reglas para Ser Humano
(del antiguo sánskrito)
Naciste
con un manual de propietario; pero
poco se te ha explicado sobre él.
Es una
maravillosa fuente de
información para entendernos, entender lo que está pasando en la
Tierra, entender hacia
dónde nos llevan todos estos cambios y, lo más importante: qué debemos hacer para
ser parte de esta nueva y luminosa correspondencia.
Las directrices que contiene este manual de
reglas hacen que tu vida trabaje mejor:
1.
Recibirás
un cuerpo.
Puede que te guste o que no te guste, pero es lo único seguro que mantendrás
por el resto de tu vida. Entonces, más vale que lo respetes, lo cuides y lo
ames.
2. Aprenderás
lecciones.
Estás inscrito en una escuela informal de tiempo completo llamada "Vida en
el Planeta Tierra". Cada persona o
incidente es un “Maestro” que se te asigna, de acuerdo a lo que necesitas
aprender.
3. No hay
errores, sólo lecciones. El crecimiento es un proceso de
experimentación. Durante el proceso, "los Fallos" son tan importantes
como el "Éxito".
4. Una
lección se repite hasta que se aprende. Se te presenta en varias formas
hasta que la aprendes. Entonces puedes pasar a la siguiente lección.
5. Si no
aprendes lecciones, éstas se vuelven más difíciles a medida que se vuelven a
presentar.
Los problemas externos son un reflejo preciso de tu estado interno. Cuando limpias obstrucciones
internas, el mundo exterior cambia. El dolor es la forma en que el
universo obtiene tu atención. Entonces, toca hacerse cargo de nuestros
traumas y bloqueos internos, hacerse cargo de limpiarlos.
Cambiado mi mundo interno, mi mundo
externo cambia.
6. Sabrás
que has aprendido una lección cuando tus acciones cambian. No cuando cambian las acciones
de los demás. La sabiduría es la práctica. Un poco de algo bueno es mejor que
un montón de nada bueno.
“Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”. Mahatma Gandhi
7. "Allí"
no es mejor que "aquí". Cuando tu "allí" se
convierte en un "aquí", simplemente obtienes otro "allí"
que de nuevo se ve mejor que el "aquí". Igual, "Aquello" no es mejor que
"esto". Cuando ese "aquello" se convierte en un "esto",
simplemente aparece otro "aquello" que de nuevo se ve mejor que el
"esto". Lo que tienes “es”. Lo
que “es”, “es”. Simplemente acéptalo y haz algo útil con ello, lo mejor que
puedas.
8.
Los otros
son sólo espejos de ti. No puedes amar u odiar algo en otro a
menos que refleje algo que amas u odias en ti mismo. “¿Qué me desagrada tanto de ti que no puedo ver en mí?”. Los otros
nos reflejan lo que en nosotros mismo debemos transformar y mejorar, o lo que
en nosotros mismos debemos mantener y potenciar, desarrollar. Es una buena
manera de auto-conocernos. Así que, no hay “malos” ni “buenos”, sólo cada quien
ha de mirarse y trabajarse.
9. Tu vida
depende de ti. La vida ofrece el lienzo; tú haces la pintura.
Toma las riendas de tu vida -o alguien más lo hará-. Si eliges no elegir, eliges
dejar pasar, eliges tragar… estás eligiendo delegar en otros. Entonces, luego
no te quejes ni culpes ni acuses
¡Toma las riendas de ti y de tu vida o
alguien más lo hará!
10. Siempre
consigues lo que quieres (aunque no sepas que tú pediste lo que
no te gusta). Tu subconsciente determina justamente las energías, experiencias
y personas que atraes (de acuerdo a tus creencias “escondidas en tu mente”
sobre cada aspecto de la vida). Por lo tanto, la única forma infalible de saber
lo que pides es observar lo que tienes. No hay víctimas, sólo estudiantes. Y como estudiante, puedes aprender a entrar
en tu mente, limpiar y reordenar de acuerdo a lo que a conciencia quieres. Y
entonces lo que quieres coincidirá con lo que pides, y eso tendrás. ¡Eso, o algo mejor!
11. No hay
bien o mal, pero hay
consecuencias. Moralizar no ayuda. Los juicios sólo mantienen los patrones en su
lugar. Dedícate a hacer lo mejor que
puedas. Y dedícate a limpiar en ti lo que ves “mal” en los demás (recuerda: lo
que ellos reflejan de ti).
12. Tus
respuestas están dentro de ti. De niños necesitamos una guía y a
medida que maduramos, tenemos que confiar en nuestros corazones, donde están
escritas las Leyes del Espíritu. Tú sabes más de lo que has oído, leído o te
han dicho. Todo lo que necesitas hacer es mirar, escuchar y confiar en tu
corazón. Y hemos de enseñar a los niños
a hacer esto, a escucharse y confiar en sí. Una delicada responsabilidad cuando
el adulto que ha de enseñarle no sabe hacerlo.
Y las últimas 2 son muy
peculiares…
13.
Te olvidarás
de todo esto, de todas estas reglas.
14.
Las recordarás
en ciertos momentos (como ahora), o con ciertas frases que leas en algún
lado. Pero también las recordarás en el
momento en el que decidas integrarlas a
tu vida a conciencia, en el día a día.
Si las imprimes, puedes tenerlas
a la vista y, por supuesto… releerlas con frecuencia. ¡En especial, en los
momentos “chungos”!
Cuanto antes lo hagamos, antes nuestra
vida irá fluyendo mejor y fluyendo nosotros con ella, cada vez con menos
dramas. Con experiencias que nos ayudarán a ir creciendo.
Tomado del correo electrónico.
Adaptación: YF