El Orden de Nacimiento y su Carácter
( Resumen del libro de Ronald W. Richardson y Lois A Richardson)
Las
Hermanas Mayores:
1.- La
Hermana Mayor de Hermanas:
Con
frecuencia, la hermana mayor de hermanas lo pasa mal. La competencia con su
hermana menor puede ser intensa, especialmente si la diferencia de edad no
llega a cuatro años. Tienden a sentirse mucho mas celosas de lo que la
situación justifica, probablemente pensando que a la más pequeña le prestan más
atención. Tiende a hacer lo imposible por ser una niña buena para que sus padres sigan queriéndola. Si la hermana que le sigue
es una niña especialmente lista y a quien ambos padres malcrían, la mayor puede
volverse agresiva y dominante.
2.- La
Hermana Mayor de Hermanos:
Generalmente,
la hermana mayor de hermanos es una mujer fuerte e independiente. Es práctica y
sensata, dueña de un yo sano, aunque a veces dé la impresión de querer pasar
inadvertida. Tiene sentimientos de responsabilidad hacia los demás.
3.- La
Hermana Mayor de Hermanos y Hermanas:
En su trabajo suele ser mejor y más ambiciosa que la
hermana mayor de hermanos, y tiende menos a mimar a los hombres. Esta mujer no
es, generalmente, tan abeja reina como la hermana mayor de hermanas, y tiene menos
necesidad de incorporar a su vida a un hombre mayor que pueda ser con ella como
un padre.
Los
Hermanos Mayores
1.- El
Hermano Mayor de Hermanos:
El
hermano mayor de hermanos es el jefe. Está acostumbrado a ser el conductor de
hombres (o de niños pequeños), y quiere seguir siendo el líder en todos los
aspectos de su vida, ya sea en virtud de
su posición o de sus capacidades. El hermano mayor de hermanos suele ser
muy meticuloso con su persona y sus
pertenencias. Puede ser más irritable, y también más irritante, que los que
ocupan otras posiciones en el orden de nacimiento. El hermano mayor de hermanos
puede llegar a ser un hombre muy admirado por los demás, y a veces por su
familia
2.- El
Hermano Mayor de Hermanas:
El
hermano mayor de hermanas tiende a ser un hombre más adaptable y divertido que
el hermano mayor de hermanos. Generalmente quiere llevar una vida tranquila y
tiende a tener una visión realista de lo que es posible; por eso corre
demasiados riesgos. Administra bien sus posesiones, aunque generalmente no se
preocupa por acumular grandes riquezas. Prefiere pasar el tiempo con su familia
antes que esforzarse por ganar más dinero o tener más éxito.
3.- El
Hermano Mayor de Hermanos y Hermanas:
Normalmente
es un hombre que se encuentra cómodo con personas de uno y otro sexo, especialmente
con los hermanos y hermanas menores de hermanos mayores. Está bien dispuesto a
asumir responsabilidades, a veces incluso demasiado pronto, y en ocasiones
parece ser, o desear ser, el padre del mundo. El hermano mayor de hermanos y
hermanas no se interesa tanto por las mujeres ni es tan irresistible para ellas
como el hermano mayor de sólo hermanas.
Los
Hijos Menores en General
Los
hijos menores como los hijos únicos, jamás se ven desplazados por un recién
nacido. El solo hecho de ser el menor hace que sea también el más
"mono", y por lo común, sigue siendo
el mimado durante mucho más tiempo de lo que convendría. Tienen más
probabilidades que otros niños de ser indisciplinados en su vida personal, de
postergar continuamente las cosas, de llegar tarde a las citas, o sencillamente
no acudir a ellas. Es frecuente que continúen dependiendo de los demás aunque
se rebelen contra las reglas.
Las
Hermanas Menores
1.- La
Hermana Menor de Hermanas:
A
cualquier edad que tenga tiende a ser espontánea, alegre, vivaz, juguetona y
emprendedora. Es probable que en su adolescencia sea rebelde, pero ya se
suavizará cuando crezca. Con frecuencia le cuesta tomar decisiones: ella no
quiere tener que elegir una cosa renunciando a otra; quiere tenerlo todo. Su
manera de enfocar la vida es muy personal y centrada en sí misma. Puede ser voluble
en sus creencias y suele dar la impresión de falta de convicción.
2.- La
Hermana Menor de Hermanos:
La
hermana menor de hermanos es por lo común simpática, afectuosa, optimista y
divertida. Suele ser la favorita de la familia, y generalmente esta situación
se mantiene durante toda su vida. Con frecuencia las cosas le salen como ella quiere sin gran
esfuerzo por su parte. Suele ser encantadora, vivaracha y popular. Generalmente
tiene menos ambiciones que los demás miembros de la familia. Tampoco suela dar
demasiada importancia a las posesiones, pero es frecuente que acabe por tener
muchas. Sin embargo no siempre sabe actuar
con responsabilidad en el terreno de las finanzas.
3. - La
Hermana Menor de Hermanas y Hermanos:
Aunque
no muestra tanta tendencia a tolerar el mal comportamiento en un hombre,
generalmente se relaciona bien con ambos sexos, y en especial con las personas
de más edad, conocimientos o autoridad que ella. Es posible que sea más femenina
y sumisa que la hermana menor de hermanas y más ambiciosa que la hermana menor
de hermanos.
Los
Hermanos Menores
1.-
El Hermano Menor de Hermanos:
Suele ser como el osado joven que se
luce en el trapecio: testarudo, caprichoso, y con frecuencia rebelde. Aunque
deseoso de libertad, está desorientado porque no tiene una estructura contra la
cual rebelarse, y es posible que dependa mucho de los demás. Suele mostrarse
despreocupado y bonachón cuando las cosas van bien, y con frecuencia es un
místico o un romántico.
2.- El
Hermano Menor de Hermanas:
Generalmente
tiene mujeres que lo cuiden durante toda su
vida y en la mayoría de los casos no encuentra en ello ningún motivo de
queja. Tiende a seguir la guía de sus hermanas en cuanto a su escala de
valores, y generalmente tiene pocas opiniones políticas o creencias religiosas
definidas, ya que suele seguir la orientación de su familia. Tiende a ser poco
realista respecto de sí mismo y de los demás) y quizá sufra frecuentes cambios
en su estado anímico) aunque generalmente es cordial y afable.
3.- El Hermano
Menor de Hermanos y Hermanas:
El
hermano menor de hermanos y hermanas es menos competitivo y rebelde que el
hermano menor de hermanos, y más capaz de encontrar una mujer responsable que
se ocupe de él. Está más cómodo con otros varones que el hermano menor de
hermanas, es más probable que se integre entre los chicos y se interese menos
por la obstinada persecución de un trabajo o de una afición.
Ni Mayores
Ni Menores: los Hijos de en Medio
Es difícil
definirlos porque son al mismo tiempo hermanos
menores y hermanos mayores de modo que
con frecuencia terminan por estar confundidos respecto a su identidad debido a lo cual, en muchos de ellos, no se
advierten rasgos distintivos. De adultos se resienten cuando se les excluye o
se los agravia. Esta sensibilidad especial hace de ellos buenos negociadores
para llegar a acuerdos justos. Son niños que jamás tienen la vivencia de tener
a los padres exclusivamente para ellos y a los que nunca se los presta tanta
atención como al primero. A veces el hijo mediano que es el segundo, puede
asumir el papel del mayor si éste abdica en algún sentido ya sea por enfermedad o porque se siente tan
desanimado/a por la amenaza impuesta a su trono que renuncia a defender su
posición.
Los
Hijos Únicos en General
Los
hijos que no tienen hermanos tienen el mejor y el peor de todos los mundos
posibles: son, a perpetuidad y simultáneamente, el mayor supertriunfador y el
pequeño supermimado de la familia. Tienden a parecer mucho menores de lo que
son, incluso a edades avanzadas. Suelen competir con el progenitor del mismo sexo para lograr la atención y el
afecto del otro progenitor, y con frecuencia ganan, sobre todo si en la pareja
hay problemas. Algunos hijos únicos procuran evadirse un poco de tanta atención
de los adultos. Una alternativa es retraerse y mostrarse excesivamente
independiente. Puede que intenten hacer las cosas rápido, antes de que los
padres puedan aconsejarles, o que procuren hacerlas tan bien desde la primera
vez que no necesiten ayuda. El perfeccionismo de algunos hijos únicos es más
una manera de evitar la interferencia de los adultos que una fuente de
satisfacción consigo mismos.
1. El Hijo Único
El
hijo único es el favorito de dos adultos, y en la mayoría de las familias está
acostumbrado a contar con la continua aprobación, estimulo y simpatía de todos.
Además, cree que el resto del mundo debe prodigarle los mismos aplausos, y
cuando los obtiene suele considerarlos como algo lógico y natural. Un hijo
único corre el riesgo de convertirse en un niño de mamá, a menos que ]a madre
tenga otros intereses bastante poderosos. Puede ser encantador y atractivo pero
no se esfuerza mucho por cautivar las amistades. Como siempre ha sido el centro
de la atención, es probable que espere ocupar esa posición sin tener que hacer
nada para conquistada. Y si se encuentra con que de adulto no le prestan
atención, es probable que desaparezca de escena.
2. La Hija Única
La
hija única lleva una vida un poco menos beatífica que su homólogo masculino,
pero aun así tiene el sentimiento subyacente de que ella es una persona
especial: "Su Alteza", y se siente herida si los demás no la tratan
como corresponde a su rango. Al mismo tiempo que es madura para sus años, también es eternamente infantil. En
un minuto puede pasar de estar manteniendo una conversación inteligente y
compleja sobre temas filosóficos o políticos a enfurruñarse o tener una
pataleta porque no ha conseguido salirse con la suya en cualquier tontería. No
es sorprendente que, de adulta la hija
única tienda a ser defensora de los derechos de la mujer y a tener opiniones
definidas sobre una cantidad de cosas.
Los Gemelos:
Dos Guisantes en la Misma Vaina
Características
de los Gemelos según su Orden de Nacimiento:
Como
generalmente son los últimos hijos de la familia los gemelos comparten la especialísima
posición de ser al mismo tiempo los bebés y de ser "excepcionales".
Tal vez a consecuencia de ello reciban mimos por partida doble y también los
malcríen más, especialmente las de personas ajenas a la familia. Todos los gemelos
tienen entre sí una intimidad excepcional y, si son idénticos, es frecuente que
actúen como si fueran una sola persona. De pequeños es probable que no sepan
quién es quién y que a veces cada uno de ellos crea que es el otro. Las
gemelas, tanto idénticas como fraternas, suelen ser más sociales que los
gemelos, también son menos competitivas entre ellas, y al parecer disfrutan más
de su condición de gemelas, probablemente porque perciben más la admiración de
la gente por sus vestidos y diversos detalles.
Excepciones
y Variantes: Factores que Alteran los
Rasgos Habituales del Orden de Nacimiento y del Sexo
Estos
factores extraordinarios vienen acompañados generalmente por una dificultad en
la familia, como puede ser la muerte precoz de uno de los padres o de un hermano,
o una gran intensidad emocional en la familia. Las variantes también pueden
estar causadas por desviaciones más positivas de lo que suele ser el funcionamiento
promedio de una familia. La pérdida de uno de los padres en la primera infancia
(hasta los seis años aproximadamente) tiene tal influencia sobre los niños que
puede alterar de forma drástica el desarrollo de las características típicas de
su sexo y orden de nacimiento.
El
divorcio. Aunque
pueda ser la mejor solución para los padres, casi siempre es experimentado por
los hijos como una pérdida.
Nuevo
matrimonio; cuando
dos adultos que tienen hijos de matrimonios anteriores vuelven a casarse, crean
una constelación familiar totalmente nueva con la fusión de sus dos familias.
Pero para la mayor parte de los hijos; la vivencia del nuevo matrimonio de uno
de los padres es una nueva pérdida. No sólo tiene que compartir su vida
familiar con otros que considera intrusos, sino que el padre o la madre dedica
más tiempo y atención a su nuevo cónyuge. El nuevo matrimonio, además, pone término
a la esperanza que tienen la mayoría de los hijos de divorciados: que sus
padres vuelvan a unirse. Entonces la culpa de que esto sea imposible se le echa
al nuevo cónyuge. Si los padres, tras haber vuelto a casarse además tienen hijos, esto añade otro plano de
relación en la familia y crea renovadas posibilidades de celos y resentimiento.
Todos los hermanos serán medio hermanastros del recién nacido, y pueden
sentirse amenazados por él, a menos que ellos mismos sean mucho mayores o muy
pequeños. El que más probabilidades tiene de sentir los efectos del nuevo medio
hermano es el menor de la familia existente, que quizá reaccione negativamente
ante el pequeño.
La
muerte de un hermano.
Para un niño pequeño la pérdida precoz de un hermano/a mayor puede ser experimentada
como similar a la pérdida de uno de los padres y tendrá repercusiones
similares. Generalmente, la muerte de un hermano mayor tiene un efecto más
profundo que la de un hermano menor. El hermano mayor, como los padres, siempre
ha estado ahí, en tanto que un hermano menor no fue siempre parte de la familia,
y es probable que en los pocos años que vivió no tuviera mucha influencia sobre
los mayores.
La adopción. Las características relacionadas
con el orden de nacimiento sólo tienen importancia en el contexto de la familia
donde se cría el niño. Un niño puede ser el hijo menor de su madre biológica,
pero si al nacer lo adoptan y lo educan como hijo mayor de su familia adoptiva,
no tendrá las características de un hijo menor, sino las de un hijo mayor. Los
padres adoptivos son generalmente de una clase y de un nivel económico elevado,
lo cual se suma a la presión ejercida sobre el niño para que éste se eduque
bien y tenga éxito. A veces, los padres de hijos adoptivos necesitan demostrar
al mundo que sus hijos adoptivos "están a la altura" de los hijos
biológicos de sus amigos. Los padres que
tienen un primer hijo adoptivo y un segundo hijo biológico se alarman a veces
porque les parece que el segundo es de evolución más lenta. No se dan cuenta de
que esto es un resultado natural del orden de nacimiento. Quizá terminen, sin
darse cuenta, esforzándose más con el segundo, y esto puede hacer que éste, sea
mediano o menor, se parezca más a un hijo mayor. Lo mismo puede suceder si los
padres consideran que su hijo biológico es el "verdadero" hijo y le
dedican más interés y afecto.
Las incapacidades. El resultado habitual de una
incapacidad en un niño/a es hacer de él, sea cual fuere su posición en el orden
de nacimiento, un "menor funcional", es decir, un niño dependiente a
quien se protege y se trata como a un bebé. Esto es particularmente notable si
los padres reaccionan como si la incapacidad fuera un obstáculo insuperable o
una tragedia. Hasta cuando la incapacidad es relativamente menor, como la
pérdida del uso de un brazo, es probable que el niño no llegue a un nivel normal
de funcionamiento y no se comporte de acuerdo con las características que normalmente
corresponderían a su orden de nacimiento.
La angustia en la familia.
Un niño nacido
durante una época en la que la familia se ve sometida a un gran estrés puede
tener características que se aparten de las de la mayoría de las personas que
tienen la misma posición en el orden de nacimiento. Cuando la familia no
funciona normalmente, las pautas de desarrollo habituales se interrumpen. Un
padre o una madre que de ordinario podría haber sido muy afectuoso/a puede
llegar a descuidar a su hijo en una época de angustia, y la evolución de la
personalidad que se habría podido esperar de ese niño se verá alterada. La causa
de la angustia puede ser externa, como lo sería una guerra o una depresión
económica, que afectan a toda la población, o interna, como quedarse sin
trabajo o una enfermedad temporal de un miembro de la familia.
Las familias numerosas. Las características relacionadas
con el orden de nacimiento en las familias numerosas tienden a confundirse o a
diluirse. Pueden formarse tantos subgrupos que quizás haya varios
"mayores" y varios "menores" que en realidad son hijos
medianos. O bien los dos primeros pueden parecer mayores y los dos últimos
menores, en tanto que todos los demás parecen medianos. A veces el mayor y el
más pequeño entablan una afectuosa relación como de padre a hijo, que altera
las características relacionadas con el orden de los nacimientos en los que les
rodean. Las familias muy numerosas suelen tener menos dinero que otras, de modo
que los niños tienen menos cosas bonitas y los padres tienen que esforzarse
para llegar a fin de mes. El estrés que provoca esta situación, combinado con la
atención limitada que los padres pueden dedicar a cada uno de los hijos, puede
reforzar los celos que normalmente existen y crear amargura entre los hijos, en
la medida en que se vean obligados a compartir los magros recursos.
( Resumen del libro de Ronald W. Richardson y Lois A Richardson)
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