jueves, 13 de febrero de 2014

Cuatro Leyes de la Espiritualidad

Este es un conocimiento de toda tradición espiritual, pero la tradición judeo-cristiana la borró con la modificación de la biblia (historia en la que no entraremos en este artículo). 

En la India se enseñan estas 4 leyes:

1ª Ley:  “La persona que llega es la persona correcta”.

Es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad. Todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para ayudarnos a aprender y avanzar en cada situación.

2ª Ley:  “Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”.

Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el “si hubiera hecho tal cosa habría sucedido tal otra”. No, lo que pasó fue lo único que podía haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

3ª Ley:  “En cualquier momento que comience es el momento correcto”.

Todo comienza en el momento indicado, ni antes ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestra vida, es entonces cuando comenzará.

4ª Ley:  “Cuando algo termina, termina”.

Simplemente así. Si algo terminó en nuestra vida, es para nuestra evolución. Por lo tanto, es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

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Preguntaron a Mahatma Gandhi cuáles son los factores que destruyen al Ser Humano
y respondió:

La política sin principios.                El placer sin compromiso.
La riqueza sin trabajo.                     La sabiduría sin carácter.

Los negocios sin moral.                   La ciencia sin humanidad.

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Reglas para Ser Humano
(del antiguo sánskrito)

Naciste con un manual de propietario; pero poco se te ha explicado sobre él.
Es una maravillosa fuente de información para entendernos, entender lo que está pasando en la Tierra, entender hacia dónde nos llevan todos estos cambios y, lo más importante: qué debemos hacer para ser parte de esta nueva y luminosa correspondencia.
Las directrices que contiene este manual de reglas hacen que tu vida trabaje mejor:
 
1.             Recibirás un cuerpo. Puede que te guste o que no te guste, pero es lo único seguro que mantendrás por el resto de tu vida. Entonces, más vale que lo respetes, lo cuides y lo ames.
2.            Aprenderás lecciones. Estás inscrito en una escuela informal de tiempo completo llamada "Vida en el Planeta Tierra".  Cada persona o incidente es un “Maestro” que se te asigna, de acuerdo a lo que necesitas aprender.
3.      No hay errores, sólo lecciones. El crecimiento es un proceso de experimentación. Durante el proceso, "los Fallos" son tan importantes como el "Éxito".   
4.           Una lección se repite hasta que se aprende. Se te presenta en varias formas hasta que la aprendes. Entonces puedes pasar a la siguiente lección.
5.          Si no aprendes lecciones, éstas se vuelven más difíciles a medida que se vuelven a presentar. Los problemas externos son un reflejo preciso de tu estado interno. Cuando limpias obstrucciones internas, el mundo exterior cambia. El dolor es la forma en que el universo obtiene tu atención. Entonces, toca hacerse cargo de nuestros traumas y bloqueos internos, hacerse cargo de limpiarlos.
Cambiado mi mundo interno, mi mundo externo cambia.
6.        Sabrás que has aprendido una lección cuando tus acciones cambian. No cuando cambian las acciones de los demás. La sabiduría es la práctica. Un poco de algo bueno es mejor que un montón de nada bueno.
                                            “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”.                                                                                                          Mahatma Gandhi
7.            "Allí" no es mejor que "aquí". Cuando tu "allí" se convierte en un "aquí", simplemente obtienes otro "allí" que de nuevo se ve mejor que el "aquí".  Igual, "Aquello" no es mejor que "esto". Cuando ese "aquello" se convierte en un "esto", simplemente aparece otro "aquello" que de nuevo se ve mejor que el "esto".  Lo que tienes “es”. Lo que “es”, “es”. Simplemente acéptalo y haz algo útil con ello, lo mejor que puedas.
8.             Los otros son sólo espejos de ti. No puedes amar u odiar algo en otro a menos que refleje algo que amas u odias en ti mismo. “¿Qué me desagrada tanto de ti que no puedo ver en mí?”. Los otros nos reflejan lo que en nosotros mismo debemos transformar y mejorar, o lo que en nosotros mismos debemos mantener y potenciar, desarrollar. Es una buena manera de auto-conocernos. Así que, no hay “malos” ni “buenos”, sólo cada quien ha de mirarse y trabajarse.
9.         Tu vida depende de ti. La vida ofrece el lienzo; tú haces la pintura. Toma las riendas de tu vida -o alguien más lo hará-. Si eliges no elegir, eliges dejar pasar, eliges tragar… estás eligiendo delegar en otros. Entonces, luego no te quejes ni culpes ni acuses
                                     ¡Toma las riendas de ti y de tu vida o alguien más lo hará!
10.    Siempre consigues lo que quieres (aunque no sepas que tú pediste lo que no te gusta). Tu subconsciente determina justamente las energías, experiencias y personas que atraes (de acuerdo a tus creencias “escondidas en tu mente” sobre cada aspecto de la vida). Por lo tanto, la única forma infalible de saber lo que pides es observar lo que tienes. No hay víctimas, sólo estudiantes.  Y como estudiante, puedes aprender a entrar en tu mente, limpiar y reordenar de acuerdo a lo que a conciencia quieres. Y entonces lo que quieres coincidirá con lo que pides, y eso tendrás.  ¡Eso, o algo mejor!         
11.       No hay bien o mal, pero hay consecuencias. Moralizar no ayuda. Los  juicios sólo mantienen los patrones en su lugar.  Dedícate a hacer lo mejor que puedas. Y dedícate a limpiar en ti lo que ves “mal” en los demás (recuerda: lo que ellos reflejan de ti).
12.      Tus respuestas están dentro de ti. De niños necesitamos una guía y a medida que maduramos, tenemos que confiar en nuestros corazones, donde están escritas las Leyes del Espíritu. Tú sabes más de lo que has oído, leído o te han dicho. Todo lo que necesitas hacer es mirar, escuchar y confiar en tu corazón.  Y hemos de enseñar a los niños a hacer esto, a escucharse y confiar en sí. Una delicada responsabilidad cuando el adulto que ha de enseñarle no sabe hacerlo.
Y las últimas 2 son muy peculiares…
13.         Te olvidarás de todo esto, de todas estas reglas. 
14.         Las recordarás en ciertos momentos (como ahora), o con ciertas frases que leas en algún lado.  Pero también las recordarás en el momento en el que decidas integrarlas a tu vida a conciencia, en el día a día.
Si las imprimes, puedes tenerlas a la vista y, por supuesto… releerlas con frecuencia. ¡En especial, en los momentos “chungos”!

Cuanto antes lo hagamos, antes nuestra vida irá fluyendo mejor y fluyendo nosotros con ella, cada vez con menos dramas. Con experiencias que nos ayudarán a ir creciendo.
  
Tomado del correo electrónico.

Adaptación: YF