sábado, 16 de mayo de 2015

¿POR QUÉ LAS PERSONAS NO SE CURAN?

¿Por qué es tan difícil que una persona se cure o acepte la sanación?

Un médico intuitivo tuvo una perspectiva única sobre por qué las personas no se curan. Él solía pensar que todo el mundo quería ser sanado. Y llegó a la conclusión que:

La sanación es muy poco atractiva

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Los impedimentos para la curación incluyen renunciar a vivir en el pasado, dejar de ser víctima, y el miedo al cambio. Dirigir el pensamiento y la energía hacia el pasado desvía la fuerza vital de las células y los órganos que necesitan esa energía para funcionar y sanar.

La curación requiere vivir en el presente, recuperando la energía de los traumas y heridas del pasado. 
Dice que la única razón para alimentar y mantener vivo el pasado es a causa de la amargura de lo que pasó.


Negarse a perdonar un evento o a una persona del pasado produce fugas energéticas del cuerpo. El perdón sana estas filtraciones. El perdón no tiene nada que ver con no responsabilizar a otros por las heridas que causaron. Tiene más que ver con:
Liberarnos de la percepción de víctima.

Cuando podemos ver un acto doloroso como parte del proceso de la vida, como un mensaje o un desafío en lugar de una traición personal, la energía vital fluye de vuelta a los circuitos de energía del cuerpo físico.

Las personas no se curan porque no se han liberado de la ilusión de ser víctima. Con demasiada frecuencia, la gente obtiene poder con sus heridas porque han encontrado que suscita el apoyo de otros.

Las heridas se convierten en un medio de manipular y controlar a los demás. Generalmente, la recuperación requiere hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente, y relaciones.

El cambio puede ser aterrador. Es fácil mantenerse en un compás de espera, alegando que uno no sabe qué hacer, pero rara vez es cierto. Cuando estamos en un compás de espera, es porque sabemos exactamente lo que debemos hacer, pero estamos aterrorizados para actuar en consecuencia

El cambio es alarmante, y la espera da sensación de seguridad, cuando la única manera de adquirir ese sentimiento de seguridad es entrar en el torbellino de los cambios y salir por otro lado, sentirse vivo otra vez.
La sanación requiere acción.

Comer adecuadamente, hacer ejercicio diario, tomar el medicamento adecuado a través de las hierbas naturales, genera cambios saludables en el físico.

Lo que apoya al uno apoya al otro, porque la energía física y energética está inextricablemente unidas. Incluso el proceso de morir, al que todos nos enfrentamos, puede convertirse en un acto de sanación de viejas heridas que son liberadas resolviendo asuntos pendientes con los seres queridos.

En definitiva: El cambio viene de aprender a amar toda situación en todo momento, aprender a fluir, ser amor en acción

jueves, 12 de marzo de 2015

El Orden de Nacimiento y su Carácter

El Orden de Nacimiento y su Carácter
( Resumen del libro de Ronald W. Richardson y Lois A Richardson)

Las Hermanas Mayores:

1.- La Hermana Mayor de Hermanas:
Con frecuencia, la hermana mayor de hermanas lo pasa mal. La competencia con su hermana menor puede ser intensa, especialmente si la diferencia de edad no llega a cuatro años. Tienden a sentirse mucho mas celosas de lo que la situación justifica, probablemente pensando que a la más pequeña le prestan más atención. Tiende a hacer lo imposible por ser una niña buena para que sus padres  sigan queriéndola. Si la hermana que le sigue es una niña especialmente lista y a quien ambos padres malcrían, la mayor puede volverse agresiva y dominante.  

2.- La Hermana Mayor de Hermanos:
Generalmente, la hermana mayor de hermanos es una mujer fuerte e independiente. Es práctica y sensata, dueña de un yo sano, aunque a veces dé la impresión de querer pasar inadvertida. Tiene sentimientos de responsabilidad hacia los demás.

3.- La Hermana Mayor de Hermanos y Hermanas:
En su trabajo suele ser mejor y más ambiciosa que la hermana mayor de hermanos, y tiende menos a mimar a los hombres. Esta mujer no es, generalmente, tan abeja reina como la hermana mayor de hermanas, y tiene menos necesidad de incorporar a su vida a un hombre mayor que pueda ser con ella como un padre.

Los Hermanos Mayores

1.- El Hermano Mayor de Hermanos:
El hermano mayor de hermanos es el jefe. Está acostumbrado a ser el conductor de hombres (o de niños pequeños), y quiere seguir siendo el líder en todos los aspectos de su vida, ya sea en virtud de  su posición o de sus capacidades. El hermano mayor de hermanos suele ser muy meticuloso con  su persona y sus pertenencias. Puede ser más irritable, y también más irritante, que los que ocupan otras posiciones en el orden de nacimiento. El hermano mayor de hermanos puede llegar a ser un hombre muy admirado por los demás, y a veces por su familia

2.- El Hermano Mayor de Hermanas:
El hermano mayor de hermanas tiende a ser un hombre más adaptable y divertido que el hermano mayor de hermanos. Generalmente quiere llevar una vida tranquila y tiende a tener una visión realista de lo que es posible; por eso corre demasiados riesgos. Administra bien sus posesiones, aunque generalmente no se preocupa por acumular grandes riquezas. Prefiere pasar el tiempo con su familia antes que esforzarse por ganar más dinero o tener más éxito.

3.- El Hermano Mayor de Hermanos y Hermanas:
Normalmente es un hombre que se encuentra cómodo con personas de uno y otro sexo, especialmente con los hermanos y hermanas menores de hermanos mayores. Está bien dispuesto a asumir responsabilidades, a veces incluso demasiado pronto, y en ocasiones parece ser, o desear ser, el padre del mundo. El hermano mayor de hermanos y hermanas no se interesa tanto por las mujeres ni es tan irresistible para ellas como el hermano mayor de sólo hermanas.


Los Hijos Menores en General

Los hijos menores como los hijos únicos, jamás se ven desplazados por un recién nacido. El solo hecho de ser el menor hace que sea también el más "mono", y por lo común, sigue siendo  el mimado durante mucho más tiempo de lo que convendría. Tienen más probabilidades que otros niños de ser indisciplinados en su vida personal, de postergar continuamente las cosas, de llegar tarde a las citas, o sencillamente no acudir a ellas. Es frecuente que continúen dependiendo de los demás aunque se rebelen contra las reglas.

Las Hermanas Menores

1.- La Hermana Menor de Hermanas:
A cualquier edad que tenga tiende a ser espontánea, alegre, vivaz, juguetona y emprendedora. Es probable que en su adolescencia sea rebelde, pero ya se suavizará cuando crezca. Con frecuencia le cuesta tomar decisiones: ella no quiere tener que elegir una cosa renunciando a otra; quiere tenerlo todo. Su manera de enfocar la vida es muy personal y centrada en sí misma. Puede ser voluble en sus creencias y suele dar la impresión de falta de convicción.

2.- La Hermana Menor de Hermanos:
La hermana menor de hermanos es por lo común simpática, afectuosa, optimista y divertida. Suele ser la favorita de la familia, y generalmente esta situación se mantiene durante toda su vida. Con frecuencia  las cosas le salen como ella quiere sin gran esfuerzo por su parte. Suele ser encantadora, vivaracha y popular. Generalmente tiene menos ambiciones que los demás miembros de la familia. Tampoco suela dar demasiada importancia a las posesiones, pero es frecuente que acabe por tener muchas. Sin embargo no  siempre sabe actuar con responsabilidad en el terreno de las finanzas.

3. - La Hermana Menor de Hermanas y Hermanos:
Aunque no muestra tanta tendencia a tolerar el mal comportamiento en un hombre, generalmente se relaciona bien con ambos sexos, y en especial con las personas de más edad, conocimientos o autoridad que ella. Es posible que sea más femenina y sumisa que la hermana menor de hermanas y más ambiciosa que la hermana menor de hermanos.

Los Hermanos Menores

1.- El Hermano Menor de Hermanos:
Suele ser como el osado joven que se luce en el trapecio: testarudo, caprichoso, y con frecuencia rebelde. Aunque deseoso de libertad, está desorientado porque no tiene una estructura contra la cual rebelarse, y es posible que dependa mucho de los demás. Suele mostrarse despreocupado y bonachón cuando las cosas van bien, y con frecuencia es un místico o un romántico.

2.- El Hermano Menor de Hermanas:
Generalmente tiene mujeres que lo cuiden durante toda su  vida y en la mayoría de los casos no encuentra en ello ningún motivo de queja. Tiende a seguir la guía de sus hermanas en cuanto a su escala de valores, y generalmente tiene pocas opiniones políticas o creencias religiosas definidas, ya que suele seguir la orientación de su familia. Tiende a ser poco realista respecto de sí mismo y de los demás) y quizá sufra frecuentes cambios en su estado anímico) aunque generalmente es cordial y afable.

3.- El Hermano Menor de Hermanos y Hermanas:

El hermano menor de hermanos y hermanas es menos competitivo y rebelde que el hermano menor de hermanos, y más capaz de encontrar una mujer responsable que se ocupe de él. Está más cómodo con otros varones que el hermano menor de hermanas, es más probable que se integre entre los chicos y se interese menos por la obstinada persecución de un trabajo o de una afición.

Ni Mayores Ni Menores: los Hijos de en Medio

Es difícil definirlos  porque son al mismo tiempo hermanos menores y hermanos mayores de modo que con frecuencia terminan por estar confundidos respecto a su identidad  debido a lo cual, en muchos de ellos, no se advierten rasgos distintivos. De adultos se resienten cuando se les excluye o se los agravia. Esta sensibilidad especial hace de ellos buenos negociadores para llegar a acuerdos justos. Son niños que jamás tienen la vivencia de tener a los padres exclusivamente para ellos y a los que nunca se los presta tanta atención como al primero. A veces el hijo mediano que es el segundo, puede asumir el papel del mayor si éste abdica en algún sentido  ya sea por enfermedad o porque se siente ­tan desanimado/a por la amenaza impuesta a su trono que renuncia a defender su posición.

Los Hijos Únicos en General

 Los hijos que no tienen hermanos tienen el mejor y el peor de todos los mundos posibles: son, a perpetuidad y simultáneamente, el mayor supertriunfador y el pequeño supermimado de la familia. Tienden a parecer mucho menores de lo que son, incluso a edades avanzadas. Suelen competir con el progenitor del  mismo sexo para lograr la atención y el afecto del otro progenitor, y con frecuencia ganan, sobre todo si en la pareja hay problemas. Algunos hijos únicos procuran evadirse un poco de tanta atención de los adultos. Una alternativa es retraerse y mostrarse excesivamente independiente. Puede que intenten hacer las cosas rápido, antes de que los padres puedan aconsejarles, o que procuren hacerlas tan bien desde la primera vez que no necesiten ayuda. El perfeccionismo de algunos hijos únicos es más una manera de evitar la interferencia de los adultos que una fuente de satisfacción consigo  mismos.

1.      El Hijo Único
El hijo único es el favorito de dos adultos, y en la mayoría de las familias está acostumbrado a contar con la continua aprobación, estimulo y simpatía de todos. Además, cree que el resto del mundo debe prodigarle los mismos aplausos, y cuando los obtiene suele considerarlos como algo lógico y natural. Un hijo único corre el riesgo de convertirse en un niño de mamá, a menos que ]a madre tenga otros intereses bastante poderosos. Puede ser encantador y atractivo pero no se esfuerza mucho por cautivar las amistades. Como siempre ha sido el centro de la atención, es probable que espere ocupar esa posición sin tener que hacer nada para conquistada. Y si se encuentra con que de adulto no le prestan atención, es probable que desaparezca de escena. ­

2.      La Hija Única
La hija única lleva una vida un poco menos beatífica que su homólogo masculino, pero aun así tiene el sentimiento subyacente de que ella es una persona especial: "Su Alteza", y se siente herida si los demás no la tratan como corresponde a su rango. Al mismo tiempo que es madura para  sus años, también es eternamente infantil. En un minuto puede pasar de estar manteniendo una conversación inteligente y compleja sobre temas filosóficos o políticos a enfurruñarse o tener una pataleta porque no ha conseguido salirse con la suya en cualquier tontería. No es sorprendente que, de adulta  la hija única tienda a ser defensora de los derechos de la mujer y a tener opiniones definidas sobre una cantidad de cosas.

Los Gemelos: Dos Guisantes en la Misma Vaina

Características de los Gemelos según su Orden de Nacimiento:
Como generalmente son los últimos hijos de la familia  los gemelos comparten la especialísima posición de ser al mismo tiempo los bebés y de ser "excepcionales". Tal vez a consecuencia de ello reciban mimos por partida doble y también los malcríen más, especialmente las de personas ajenas a la familia. Todos los gemelos tienen entre sí una intimidad excepcional y, si son idénticos, es frecuente que actúen como si fueran una sola persona. De pequeños es probable que no sepan quién es quién y que a veces cada uno de ellos crea que es el otro. Las gemelas, tanto idénticas como fraternas, suelen ser más sociales que los gemelos, también son menos competitivas entre ellas, y al parecer disfrutan más de su condición de gemelas, probablemente porque perciben más la admiración de la gente por sus vestidos y diversos detalles.


Excepciones y Variantes:  Factores que Alteran los Rasgos Habituales del Orden de Nacimiento y del Sexo

Estos factores extraordinarios vienen acompañados generalmente por una dificultad en la familia, como puede ser la muerte precoz de uno de los padres o de un hermano, o una gran intensidad emocional en la familia. Las variantes también pueden estar causadas por desviaciones más positivas de lo que suele ser el funcionamiento promedio de una familia. La pérdida de uno de los padres en la primera infancia (hasta los seis años aproximadamente) tiene tal influencia sobre los niños que puede alterar de forma drástica el desarrollo de las características típicas de su sexo y orden de nacimiento.
El divorcio. Aunque pueda ser la mejor solución para los padres, casi siempre es experimentado por los hijos como una pérdida.
Nuevo matrimonio; cuando dos adultos que tienen hijos de matrimonios anteriores vuelven a casarse, crean una constelación familiar totalmente nueva con la fusión de sus dos familias. Pero para la mayor parte de los hijos; la vivencia del nuevo matrimonio de uno de los padres es una nueva pérdida. No sólo tiene que compartir su vida familiar con otros que considera intrusos, sino que el padre o la madre dedica más tiempo y atención a su nuevo cónyuge. El nuevo matrimonio, además, pone término a la esperanza que tienen la mayoría de los hijos de divorciados: que sus padres vuelvan a unirse. Entonces la culpa de que esto sea imposible se le echa al nuevo cónyuge. Si los padres, tras haber vuelto a casarse  además tienen hijos, esto añade otro plano de relación en la familia y crea renovadas posibilidades de celos y resentimiento. Todos los hermanos serán medio hermanastros del recién nacido, y pueden sentirse amenazados por él, a menos que ellos mismos sean mucho mayores o muy pequeños. El que más probabilidades tiene de sentir los efectos del nuevo medio hermano es el menor de la familia existente, que quizá reaccione negativamente ante el pequeño.
La muerte de un hermano. Para un niño pequeño la pérdida precoz de un hermano/a mayor puede ser experimentada como similar a la pérdida de uno de los padres y tendrá repercusiones similares. Generalmente, la muerte de un hermano mayor tiene un efecto más profundo que la de un hermano menor. El hermano mayor, como los padres, siempre ha estado ahí, en tanto que un hermano menor no fue siempre parte de la familia, y es probable que en los pocos años que vivió no tuviera mucha influencia sobre los mayores.
La adopción. Las características relacionadas con el orden de nacimiento sólo tienen importancia en el contexto de la familia donde se cría el niño. Un niño puede ser el hijo menor de su madre biológica, pero si al nacer lo adoptan y lo educan como hijo mayor de su familia adoptiva, no tendrá las características de un hijo menor, sino las de un hijo mayor. Los padres adoptivos son generalmente de una clase y de un nivel económico elevado, lo cual se suma a la presión ejercida sobre el niño para que éste se eduque bien y tenga éxito. A veces, los padres de hijos adoptivos necesitan demostrar al mundo que sus hijos adoptivos "están a la altura" de los hijos biológicos de sus amigos. Los padres  que tienen un primer hijo adoptivo y un segundo hijo biológico se alarman a veces porque les parece que el segundo es de evolución más lenta. No se dan cuenta de que esto es un resultado natural del orden de nacimiento. Quizá terminen, sin darse cuenta, esforzándose más con el segundo, y esto puede hacer que éste, sea mediano o menor, se parezca más a un hijo mayor. Lo mismo puede suceder si los padres consideran que su hijo biológico es el "verdadero" hijo y le dedican más interés y afecto.
Las incapacidades. El resultado habitual de una incapacidad en un niño/a es hacer de él, sea cual fuere su posición en el orden de nacimiento, un "menor funcional", es decir, un niño dependiente a quien se protege y se trata como a un bebé. Esto es particularmente notable si los padres reaccionan como si la incapacidad fuera un obstáculo insuperable o una tragedia. Hasta cuando la incapacidad es relativamente menor, como la pérdida del uso de un brazo, es probable que el niño no llegue a un nivel normal de funcionamiento y no se comporte de acuerdo con las características que normalmente corresponderían a su orden de nacimiento.
La angustia en la familia. Un niño nacido durante una época en la que la familia se ve sometida a un gran estrés puede tener características que se aparten de las de la mayoría de las personas que tienen la misma posición en el orden de nacimiento. Cuando la familia no funciona normalmente, las pautas de desarrollo habituales se interrumpen. Un padre o una madre que de ordinario podría haber sido muy afectuoso/a puede llegar a descuidar a su hijo en una época de angustia, y la evolución de la personalidad que se habría podido esperar de ese niño se verá alterada. La causa de la angustia puede ser externa, como lo sería una guerra o una depresión económica, que afectan a toda la población, o interna, como quedarse sin trabajo o una enfermedad temporal de un miembro de la familia.
Las familias numerosas. Las características relacionadas con el orden de nacimiento en las familias numerosas tienden a confundirse o a diluirse. Pueden formarse tantos subgrupos que quizás haya varios "mayores" y varios "menores" que en realidad son hijos medianos. O bien los dos primeros pueden parecer mayores y los dos últimos menores, en tanto que todos los demás parecen medianos. A veces el mayor y el más pequeño entablan una afectuosa relación como de padre a hijo, que altera las características relacionadas con el orden de los nacimientos en los que les rodean. Las familias muy numerosas suelen tener menos dinero que otras, de modo que los niños tienen menos cosas bonitas y los padres tienen que esforzarse para llegar a fin de mes.  El estrés  que provoca esta situación, combinado con la atención limitada que los padres pueden dedicar a cada uno de los hijos, puede reforzar los celos que normalmente existen y crear amargura entre los hijos, en la medida en que se vean obligados a compartir los magros recursos.
Resumen del libro de Ronald W. Richardson y Lois A Richardson)
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